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Cómo construir una cartera diversificada con solo 3 ETFs
Cómo construir una cartera diversificada con solo 3 ETFs
No necesitas docenas de tickers para invertir bien. Tres ETFs elegidos con criterio pueden abarcar el mundo, suavizar la marcha y mantener los costes mínimos.
Por qué funciona una cartera de tres ETFs
Las carteras más limpias triunfan haciendo bien unas pocas cosas importantes: poseer el motor global de crecimiento (renta variable), mantener un ancla de seguridad (bonos de alta calidad) y reequilibrar con un calendario simple. Una cartera de tres ETFs hace exactamente eso. Captura el mercado amplio, evita el drama del stock‑picking y reduce la tentación de tocarlo todo.
Esto es por lo que este enfoque se sostiene:
- Amplitud sin exceso: Un ETF total de acciones de EE. UU. más uno de acciones internacionales ofrece exposición a decenas de miles de empresas a través de sectores, tamaños y regiones. Esa amplitud diluye el impacto de cualquier empresa o país individual.
- Bonos como lastre: Un ETF agregado de bonos core modera las caídas, genera renta y proporciona liquidez para reequilibrar cuando las acciones caen.
- Los costes se mantienen bajos: Los ETFs indexados amplios suelen cobrar puntos básicos de una cifra en comisiones. Cada 0,10% que no pagas en comisiones es rentabilidad que te quedas.
- Menos fricción: Menos fondos significan menos piezas móviles, menos órdenes, menos sorpresas. Esta estructura es más fácil de gestionar en varias cuentas.
- Fácil de automatizar: Las aportaciones regulares y el reequilibrio periódico pueden manejarse con reglas en piloto automático en lugar de decisiones ad‑hoc en medio del ruido del mercado.
La simplicidad no es una concesión. Es una elección de diseño que apila las probabilidades a tu favor al enfatizar tiempo en el mercado, diversificación amplia y un proceso basado en reglas.
Los tres pilares
Una cartera práctica de tres ETFs suele apoyarse en estos pilares:
- Renta variable total de EE. UU.: El núcleo innovador de los mercados globales, con fuerte peso en tecnología, salud y líderes de consumo. Este tramo captura large, mid y small caps en una sola posición.
- Renta variable internacional total: Mercados desarrollados y emergentes fuera de EE. UU. aportan diversificación cambiaria, ciclos económicos distintos y exposición a regímenes de valoración que suben y bajan en relación con las empresas estadounidenses.
- Bonos core de grado de inversión: Bonos gubernamentales y corporativos de EE. UU. de grado de inversión diversifican el riesgo de acciones y reflejan la dinámica de los tipos de interés. Suelen repuntar cuando el crecimiento asusta a las acciones, actuando como estabilizador.
Puedes implementar esta paleta con un solo ETF por tramo, o usar equivalentes de diferentes gestoras para encajar con tus cuentas o las limitaciones del bróker.
Los ETFs exactos a considerar
Aquí tienes una alineación sencilla y de bajo coste que muchos inversores usan como base:
- Vanguard Total Stock Market ETF (VTI)
- Vanguard Total International Stock ETF (VXUS)
- Vanguard Total Bond Market ETF (BND)
¿Prefieres iShares? Prueba este trío equivalente:
- iShares Core S&P Total U.S. Stock Market ETF (ITOT)
- iShares Core MSCI Total International Stock ETF (IXUS)
- iShares Core U.S. Aggregate Bond ETF (AGG)
O si tu plataforma favorece Schwab:
- Schwab U.S. Broad Market ETF (SCHB)
- Schwab International Equity ETF (SCHF)
- Schwab U.S. Aggregate Bond ETF (SCHZ)
Cualquiera de estos tríos cubre un mapa parecido: acciones totales de EE. UU., acciones internacionales totales y un agregado core de bonos. Las comisiones son bajas, la negociación es líquida y los errores de seguimiento son modestos. Consulta el prospecto del fondo para ver las posiciones exactas, la duración y los pesos regionales.
Cómo elegir tu asignación
La mezcla importa más que los tickers. Tu reparto entre los tres ETFs debe reflejar capacidad de riesgo, horizonte temporal y tu capacidad para dormir por la noche cuando el mercado se estremece. Considera estas plantillas prácticas:
- Inclinación a crecimiento (horizonte largo, alta tolerancia):
- 50% acciones de EE. UU.
- 30% acciones internacionales
- 20% bonos
- Inclinación equilibrada (horizonte medio, tolerancia moderada):
- 40% acciones de EE. UU.
- 25% acciones internacionales
- 35% bonos
- Inclinación conservadora (enfoque en renta, menor tolerancia):
- 30% acciones de EE. UU.
- 20% acciones internacionales
- 50% bonos
Piensa en rangos, no en puntos únicos. Si apuntas a 60/40 renta variable/bonos, una banda de 55–65/35–45 ofrece margen mientras te mantiene en el radio correcto. Si los mercados se dislocan, un rango evita que operes en exceso y persigas titulares.
Las reglas empíricas basadas en la edad—como “bonos ≈ edad”—pueden ser un punto de partida, pero tu estabilidad laboral, fondos de emergencia y objetivos (entrada de vivienda, educación, edad de jubilación) deberían afinar la elección.
Lista de verificación para implementar
Pasa de la idea a la acción con un proceso corto y repetible.
- Elige tu bróker y cuentas: Prioriza el espacio fiscalmente ventajoso primero (401(k), IRA, HSA), luego la cuenta imponible. Confirma acceso sin comisiones a los ETFs elegidos.
- Activa aportaciones automáticas: Programa un ingreso mensual o quincenal ligado a tu nómina para imponer disciplina.
- Realiza las órdenes iniciales: Usa órdenes limitadas ejecutables durante el horario del mercado para una ejecución limpia. Evita los primeros y últimos minutos, cuando los spreads se amplían.
- No acumules efectivo innecesario: Invierte las aportaciones sin demora. Tener efectivo parado es una decisión de asignación encubierta que lastra rendimientos.
- Establece reglas de reequilibrio: Calendario (p. ej., dos veces al año) o bandas (p. ej., reequilibrar cuando un activo se desvíe 5–10 puntos porcentuales del objetivo). Automatiza si tu plataforma lo permite.
Photo by Elsa Olofsson on Unsplash
Reequilibrio que no sea una tarea
El reequilibrio es higiene de cartera. Empuja tu mezcla de vuelta al plan, recorta lo que se ha calentado y añade a lo que ha quedado rezagado—sin necesidad de bolas de cristal.
- Usa los flujos de efectivo primero: Dirige el dinero nuevo hacia el fondo infraponderado. Esto reduce la necesidad de vender y mantiene bajos los impuestos en cuentas sujetas a impuestos.
- Pón las reglas por escrito: “Cada junio y diciembre, si un fondo se desvía más de 5 puntos porcentuales de su objetivo, operar hasta el punto medio” es más claro que “cuando me apetezca”.
- Respeta umbrales mínimos: No reequilibres por pequeñas desviaciones; los costes de trading y los impuestos pueden superar los beneficios. Una banda del 5% (o el 20% del peso objetivo del activo) es una regla común.
- Coordina entre cuentas: Si los bonos están mayormente en tu IRA por razones fiscales, puedes reequilibrar allí y evitar ganancias patrimoniales en la cuenta imponible.
La consistencia vence a la precisión. La idea es mantenerte dentro de tu sobre de riesgo elegido sin convertir tu cartera en un trabajo a tiempo completo.
Colocación fiscal y retiradas inteligentes
Una cartera de tres ETFs es fácil de mantener eficiente fiscalmente con unos hábitos sencillos:
- Ubicación de los activos: Favorece mantener el ETF de bonos en cuentas fiscalmente ventajosas (IRA, 401(k)) y los ETFs de acciones en cuentas imponibles, cuando sea posible. Los ingresos de los bonos suelen tributar como renta ordinaria, mientras que los ETFs de acciones pueden beneficiarse de dividendos calificados y ganancias a largo plazo.
- Crédito por impuestos extranjeros: Los ETFs internacionales mantenidos en cuentas imponibles pueden repercutir impuestos extranjeros que a veces puedes deducir o acreditar en tu declaración. Conserva registros y lee los informes fiscales del fondo.
- Identificación de lotes específicos: Activa la identificación de lotes específicos en cuentas sujetas a impuestos para poder cosechar pérdidas o recortar ganancias con criterio al reequilibrar.
- Evita ganancias a corto plazo: Mantén las posiciones al menos un año cuando puedas. Tu yo futuro te lo agradecerá.
Durante la jubilación o en años de retirada, diseña una jerarquía de retirada: primero intereses y dividendos, luego ventas por reequilibrio en cuentas con ventajas fiscales y finalmente ventas selectivas en cuentas imponibles usando los lotes con la base más favorable. Átalas a un plan de gastos anual y a tu ventana de reequilibrio para mantener la coordinación.
Comprender los riesgos que aún mantienes
La diversificación reduce el riesgo; no lo elimina. Saber lo que puede pasar evita que te asustes en el momento equivocado.
- Riesgo de renta variable: Un mercado global de acciones puede caer entre el 30% y el 50% en mercados bajistas severos. Tu asignación en acciones dicta cuánto de ese impacto sufrirá tu cartera.
- Riesgo de tipos de interés: Los ETFs core de bonos pueden caer cuando los rendimientos suben. La duración te dice aproximadamente cuánto es sensible el fondo; una duración de seis sugiere un movimiento de precio de ~6% por un movimiento de 1% en tipos.
- Riesgo de crédito: Los fondos de bonos agregados incluyen deuda corporativa. Cuando los diferenciales de crédito se ensanchan en recesiones, la parte de bonos puede tambalearse—aun cuando los Treasuries repunten.
- Riesgo de divisa: Las acciones internacionales se traducen de nuevo a tu moneda local. Las oscilaciones de divisa pueden amplificar o atenuar rendimientos. A largo plazo esta variabilidad tiende a compensarse, pero es parte del viaje.
- Seguimiento y estructura: Los ETFs intentan replicar índices. Pequeñas diferencias en metodología, préstamo de valores y comisiones conducen a diferencias de tracking. Usa fondos reputados y líquidos para minimizar sorpresas.
El mayor riesgo es el conductual: abandonar tu plan. Una política por escrito—asignaciones, reglas de reequilibrio y objetivos de aportación—actúa como los topes de la bolera.
Pequeños ajustes opcionales que mantienen los tres fondos
Puedes refinar en los márgenes sin abandonar la idea de tres fondos.
- Inclina la parte de bonos: Si la protección frente a la inflación es prioritaria, cambia parte del ETF core por un TIPS ETF. Mantén el tramo de bonos como un único ETF eligiendo un fondo que mezcle Treasuries nominales y TIPS, o acepta que esto añada una cuarta posición si los separas.
- Ajusta el peso internacional: Algunos inversores prefieren la ponderación por capitalización (~60% EE. UU., ~40% internacional dentro de acciones). Otros reducen internacional por simplicidad o por sesgo local. Escoge una razón y cíñete a ella.
- Acorta la duración con la edad: A medida que se aproxima el gasto, desplázate gradualmente hacia bonos de menor duración para reducir la sensibilidad a los tipos. Puedes hacerlo eligiendo un ETF core de bonos con duración más corta.
Son refinamientos, no requisitos. El núcleo sigue siendo: acciones globales más bonos de alta calidad, reequilibrados según un calendario.
Ejemplos reales de asignación
Transformar números en carteras vividas ayuda a aclarar qué vas a tener y sentir.
- Acumulador en etapa temprana (edad ~25–35, ingresos estables):
- 55% acciones de EE. UU. (VTI/ITOT/SCHB)
- 30% acciones internacionales (VXUS/IXUS/SCHF)
- 15% bonos (BND/AGG/SCHZ)
- Notas: Invierte automáticamente cada mes. Reequilibra con las aportaciones. Mantén los bonos en cuentas con diferimiento fiscal si es posible.
- Constructor a mitad de carrera (edad ~40–50, obligaciones crecientes):
- 45% acciones de EE. UU.
- 25% acciones internacionales
- 30% bonos
- Notas: Usa una banda de reequilibrio del 5%. Empieza a mapear las necesidades de efectivo futuras para cubrir 2–3 años de gasto con la parte de bonos hacia los primeros 50.
- Prejubilado o jubilado temprano (edad ~55–70, planificación de ingresos):
- 35% acciones de EE. UU.
- 20% acciones internacionales
- 45% bonos
- Notas: Coordina el reequilibrio con la planificación anual de retiradas. Vigila el riesgo de secuencia de retornos—mantén al menos varios años de retiradas planificadas dentro de los bonos.
No son prescripciones; son planos prácticos que puedes ajustar. Lo clave es que cada uno mantiene el kit en tres ETFs y una política estable.
Obstáculos comunes (y cómo evitarlos)
- Fondos solapados: Añadir por accidente fondos sectoriales o de factor que no necesitas crea redundancia y rompe la simplicidad. Resiste la tentación de sumar tickers.
- Perseguir rachas: Cambiar de gestora o inclinación tras una racha suele fijar la compra en máximos y la venta en mínimos. Mantén la familia elegida salvo que las comisiones o el tracking se degraden materialmente.
- Ignorar los bonos por completo: Cero bonos puede sentirse bien en mercados alcistas pero castiga la conducta en bajadas. Incluso una modesta porción de bonos puede marcar la diferencia entre seguir invertido o vender por pánico.
- Reequilibrar en exceso: Operar cada parpadeo alimenta a tu bróker y a Hacienda, no a ti. Deja que bandas y calendarios hagan el trabajo.
- Ignorar comisiones y spreads: Un 0,03% frente a 0,08% no te arruinará, pero spreads amplios y baja liquidez sí. Mantente en tickers grandes y líquidos y opera en horas normales.
Cuando dudes, relee tu declaración de política y mira tu horizonte temporal, no el gráfico de la semana pasada.
Qué hacer en momentos de mercado importantes
Los shocks del mercado ponen a prueba la calma. Una respuesta simple y escrita ayuda.
- Venta masiva de acciones: Para, respira, revisa tus bandas de reequilibrio. Si las acciones están infraponderadas, despliega flujos de efectivo y, si es necesario, reequilibra recortando bonos. Sin predicciones—solo política.
- Repunte de tipos y bonos a la baja: Revisa la duración y mantente en el plan. Los bonos siguen siendo tu lastre en todo el ciclo. Reinvierte los ingresos por cupones y las nuevas aportaciones a los rendimientos más altos.
- Mercado alcista fuerte: Si las acciones se adelantan, recorta hasta los objetivos. Canaliza las ganancias hacia el tramo de bonos. Celebra en silencio y sigue aportando.
Evita los ejercicios de predicción. La fuerza del diseño de tres ETFs es que no requiere adivinar el siguiente movimiento.
Construye tu política de inversión personal
Codifica todo para que las decisiones futuras sean mecánicas en vez de emocionales. Tu política de una página debería incluir:
- Asignaciones objetivo y bandas aceptables para cada ETF
- Cadencia y cantidades de aportación
- Temporización y umbrales de reequilibrio
- Reglas de colocación fiscal por tipo de cuenta
- Criterios que justificarían el cambio de fondo (p. ej., subidas de comisiones, desviación de tracking, cambio estructural)
- Una breve declaración de propósito: por qué elegiste este diseño y qué objetivo persigue
Imprímela, fírmala y guárdala donde la veas antes de abrir tu app de trading.
Un plan de lanzamiento sencillo que puedes ejecutar esta semana
- Elige tu familia de ETFs y cuenta(s).
- Escribe tu política de una página con porcentajes objetivo.
- Programa transferencias automáticas el día siguiente a cada nómina.
- Coloca las órdenes iniciales para alcanzar tus objetivos.
- Anota dos fechas de reequilibrio en el calendario separadas seis meses.
- Activa el reinversión de dividendos donde tenga sentido.
El “secreto” de la cartera de tres ETFs es que no hay secreto. Es una forma disciplinada y de bajo drama de poseer el crecimiento global, hacerse amigo de la volatilidad mediante el reequilibrio y quedarte con más de lo que los mercados te dan al negarte a sangrar por comisiones e impuestos. Esa combinación te permite dedicar más tiempo a las partes de la vida que realmente lo merecen, mientras tu dinero compone silenciosamente en segundo plano.
Enlaces externos
Building a portfolio with just 3 ETFs, what’s your go-to combo and … 3 ETFs to Diversify Your Portfolio - Morningstar The Only 3 ETFs I’d Buy If I had to start over in 2025 - YouTube Three-fund portfolio - Bogleheads 3 Ways to Build an All-ETF Portfolio | Charles Schwab